lunes, 22 de noviembre de 2010

La guerra que todos perdimos

Revelaciones
Margarito Escudero Luis

La guerra que todos perdimos

La guerra patrocinada por el PAN contra la llamada delincuencia organizada tiene otros objetivos diferentes a los que dice en su discurso el presidente Felipe Calderón.
Se pueden observar algunos detalles para poder entender otros aspectos del área de las armas.
Nuestro país siempre se caracterizó por ser pacifista, no apoyaba las guerras por no meterse en problemas; pero desde que llegó Vicente Fox al gobierno, la política pacifista de México se vino abajo.
No hubiera estado mal, si fuera un proyecto aplicado correctamente, con un objetivo nacionalista o para demostrarle al mundo que en México también hace aire.
El caso es que de buenas a primeras, Vicente Fox decidió que México estaba listo para participar y apoyar las aventuras bélicas del vecino del norte, especialmente de su amigo George W. Bush y lanzó al Ejército Mexicano a guerra de la familia Bush contra Saddam Hussein.
Esa actitud provocó el alejamiento de los países latinoamericanos de México, ya se perdía la confianza al gobierno mexicano.
Luego, ya con Felipe Calderón encaramado en el poder, vuelve la vocación belicosa del PAN, sacando al Ejército a las calles para librar la guerra contra “el crimen organizado”.
México del Norte, México del Sur
En los años 70’s, se filtró la versión de que los Estados Unidos han estado trabajando desde siempre, para apoderarse del territorio mexicano. En ese tiempo se publicó un texto, en el que supuestamente palabras de norteamericanos distinguidos, decían que para controlar a México, no era necesario declararle la guerra al país; sino que bastaba con mantener controlado a un solo hombre: el presidente de la República.
No puede solo
Hoy, se dice que el gobierno mexicano no podrá llevar a feliz término SU guerra contra “el crimen organizado” y que “necesitará” de la ayuda de los Estados Unidos. Incluso, ya se ofreció por parte de instancias norteamericanas, que se realice una acción conjunta, entre el ejército de EUA y el de México para reforzar el combate a los cárteles que controlan buena parte del país.
Jaime Avilés, en su columna Desfiladero, pone de manifiesto esa versión que, aunada a lo que se detalla más arriba en este texto, como que la cosa comienza a tener lógica.
Recordemos que Estados Unidos siempre mete las narices donde no lo llaman y hay serios problemas sociales; sobre todo en lugares donde hay mucha riqueza para quedársela.
En su comentario, Avilés recuerda el ofrecimiento de Calderón en California cuando era Secretario de Energía, de privatizar Pemex, con la misma pasión con que Vicente Fox ofreció “arreglar” el asunto del horario de verano en diez minutos.
Entonces, a sabiendas que la guerra contra “el crimen organizado” era imposible de ganar, se siguió adelante, pero la intención no era “alejar las drogas de nuestro hijos”, sino de acercar la posibilidad de privatizar Pemex y de permitir la entrada de los gringos a México, a través de su poderoso ejército.
Desgraciadamente, la gran mayoría de los mexicanos están muy ocupados en subsistir, que no le importa lo que hagan en las cúpulas, están tan metidos en cosas sin importancia como el futbol y las tevenovelas, que no alcanzan a ver la gravedad del asunto.
Estamos en la postura de dejar hacer al gobierno lo que quiera, permitimos que se burle de todos nosotros cuando publican las grandes sumas de dinero que cobran por “sacrificarse” por México, como los consejeros del IFE.
A cien años de Revolución Mexicana, el país se cimbra de nuevo ante amenazas como esta, y que ni siquiera vienen directamente del extranjero.
Basta con que al frente de la nación estén colocados mexicanos que piensan como gringos, que crean que es lo mejor para todos que intervengan los norteamericanos en nuestro territorio.
Mucha razón tiene aquel argumento setentero; “para apoderarse se México, sólo basta con tener controlado a un solo hombre: el presidente.
Así, el desastre que tiene Calderón en el país, ya tiene lógica: destruir la coherencia social, para que puedan entrar los gringos a “ayudarnos” a rehacerla.
Secretaría del Trabajo
Muy movido ha andado don Ulises Ruiz Lopart en el sur de Veracruz. A últimas fechas se le ha visto muy seguido por acá, entregando apoyos, inaugurando instancias laborales, haciendo declaraciones a la prensa. Intensa actividad del Secretario del Trabajo (ST); pero ¿para qué?

Ruiz Lopart llegó a la titularidad de la ST sustituyendo a Américo Zúñiga Martínez, quien se fue a competir para una diputación local. Pero Ulises no reunía los requisitos para ser secretario; sin embargo necesitaban a alguien que le cuidara las espaldas a Américo y proveyera recursos para su campaña.
Así que, quién mejor que el segundo de a bordo. Ahora que finaliza el sexenio, se decía que Ruiz Lopart se iría a una secretaría, diferente de la del Trabajo, pero todo indica que no será así. Se le ha mencionado que vendría a la dirección del Instituto Tecnológico de Coatzacoalcos (ITESCO), un cargo que no es el mismo nivel que una secretaría estatal.
Hoy la Secretaría del Trabajo está muy cotizada, tanto que Ulises Ruiz queda fuera de toda posibilidad, pues se dice, que la quiere el dirigente estatal del PRI José Yunes.
Comentarios: mexmel@gmail.com

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